jueves, 21 de enero de 2016

"Poder de la Natura"


"Poder de la Natura"





     
"Cuando caminamos entre los árboles en un parque o un bosque, podemos llegar a sentir la energía que desprenden. Los celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento.

     Los árboles nos ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza, nos dan herramientas para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, cargarnos de energía vital y son portadores de los mensajes de la madre Tierra.

     No olvidemos que todo ser vivo es energía, y al igual que nosotros, los árboles tienen la suya propia, muchas veces entramos en sintonía y sentimos como fluye expresando nuestra sensación de bienestar, tranquilidad, serenidad, etc. 

     La energía que emanan los árboles, al igual que la nuestra, es invisible al ojo físico, es lo que llamamos el aura, muy perceptible sensitivamente.

     Desde la antigüedad ya se sabe que cada árbol alberga un espíritu que le confiere una fuerza determinada, una energía que le da un poder genuino y exclusivo, según a la clase que pertenezca.





     En ocasiones podemos buscar la fuerza del árbol para mitigar el dolor de una enfermedad, para superar las preocupaciones o simplemente para conseguir alcanzar nuestro propio equilibrio. Este intercambio energético no afecta negativamente al árbol, ya que este las transmite a la Madre Tierra y esta las transmuta completamente.

     
Existen cada vez más personas que han comprobado los beneficios de abrazar los árboles. Al revés que con las personas que al abrazarlas podemos notar pérdidas de energía debido a factores emocionales, con un árbol siempre notaremos que nos carga, nunca que nos descarga.

     No olvidemos que todo ser vivo es energía, y al igual que nosotros, los árboles tienen la suya propia, muchas veces entramos en sintonía y sentimos como fluye expresando nuestra sensación de bienestar, tranquilidad, serenidad, etc. Desde aquí queremos compartir la energía que te aporta cada árbol en concreto, porque cada uno tiene una característica, determinada por su especie, velocidad de crecimiento, entorno.

                    

¿CÓMO CAPTAR LA ENERGÍA DE LOS ÁRBOLES?

La energía que emanan los árboles, al igual que la nuestra, es invisible al ojo 
físico, es lo que llamamos el aura, muy perceptible sensitivamente.

El árbol al igual que las personas está emitiendo vibraciones energéticas 
constantemente y son perfectamente asimilables por el ser humano, se pueden absorber y podemos beneficiarnos de sus efectos.

Existen dos formas fundamentales de captarla:

- A TRAVÉS DE LA EMANACIÓN ÁURICA DEL ÁRBOL

Su extensión es más o menos grande según las características de cada árbol y su situación ambiental. Bastará penetrar en su radio de acción. Este tipo de energía se absorbe con el simple hecho de pasear por un bosque, conscientemente podemos aumentar su captación regulando nuestra respiración a un ritmo tranquilo y algo profundo.




En la práctica, esto lo podemos hacer:

1.- Camina entre los árboles y escoge alguno que te llame la atención.

2.- Acércate a él, obsérvalo y capta su energía, no trates de analizarlo 
mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo nota su tono vibratorio.

3.- Tócalo al mismo tiempo que cierras los ojos, con tu mano izquierda. 
Reconoce su fuerza y su influencia en el entorno. Observa si es un árbol 
solitario o un pastor de árboles que tiene influencia sobre el colectivo. Capta si su energía es curativa, o si es protectora y amorosa, o si es sabia, o si es imponente en todo ese territorio o de cualquier otro tipo. Acepta esa energía sin más y pregúntate si deseas recargarte a ti mismo con esa fuerza.

4.- Establece contacto con la energía del árbol mediante tu corazón energético. 
Vacía tu ruido interno, fluye en el amor y escucha al árbol. Capta su espíritu. 
Preséntate con tu nombre y entra en un espacio donde la comunicación es 
energética y no sonora. Puedes pedir consejo sobre cualquier situación que 
necesites, cargarte de energía, relajarte o aceptar su sabiduría.

5.- Escucha la en tu corazón, da las gracias, levántate y despídete poniendo tu mano derecha sobre su tronco.





- EN CONTACTO DIRECTO CON EL ÁRBOL

- Utilizando las manos:
     A través de ellas podemos realizar una captación más consciente, son una zona muy sensible a la emisión y captación vibratoria ya que en la palma existen varios puntos de entrada y salida de energía. La posición más conveniente es la de seguir las grietas o fisuras de la corteza en el sentido que las presenta el árbol.

- Utilizando la espalda:
     La parte central de la espalda, recorriendo la columna vertebral, se encuentra el canal energético principal del cuerpo. Apoyando esta zona en el tronco del árbol absorberemos la energía que emana.



     Desde la antigüedad ya se sabe que cada árbol alberga un espíritu que le confiere una fuerza determinada, una energía que le da un poder genuino y exclusivo, según a la clase que pertenezca.

    En ocasiones podemos buscar la fuerza del árbol para mitigar el dolor de una enfermedad, para superar las preocupaciones o simplemente para conseguir alcanzar nuestro propio equilibrio. Este intercambio energético no afecta negativamente al árbol, ya que este las transmite a la Madre Tierra y esta las transmuta completamente.




    Probablemente cuando niño jugabas en el parque, trepabas los árboles y te quedabas sobre sus ramas abrazándolos y en ese momento te sentías feliz. Pues bien, ahora la ciencia ha confirmado que abrazar a los árboles puede ser beneficioso para tu salud. Pero ¿cómo? Al abrazar a un árbol se altera tu frecuencia vibratoria.
    Los niños muestran increíbles efectos fisiológicos y psicológicos en términos de “mejora de la salud” y “bienestar” cuando interactúan con las plantas. Pudo comprobarse que los niños desarrollan una mejor función cognitiva y emocional en entornos verdes y también les provoca una mayor creatividad.Aunque lo mejor de todo es que abrazar a un árbol no solo es beneficiosos para tu salud, sino que para la salud de la naturaleza también. Al contrario de lo que popularmente se creía, abrazar a un árbol –o simplemente mantenerte cerca de él– puede mejorar tu salud de diferentes formas. En el libro de Matthew Silverstone, Blinded by Science, se señala que algunos de los beneficios que otorgan los árboles son los efectos que tienen sobre las enfermedades mentales, el Trastorno de Hiperactividad por Déficit Atencional (ADHD en inglés), los niveles de concentración, el tiempo de reacción, la depresión e incluso su capacidad de aliviar y calmar los dolores de cabeza.
  Un extenso informe de salud pública que estudiaba la asociación entre las áreas verdes y la salud mental también evidenció que “el acceso a la naturaleza puede contribuir significativamente a nuestra capacidad mental y bienestar”.

    ¿Qué hace la naturaleza para causar tal alivio de nuestros síntomas? Muchos pueden pensar que son los espacios abiertos los que contribuyen a este efecto, pero Silverstone nos muestra que hay algo más que esta teoría. Él explica cómo las propiedades vibratorias de los árboles y las plantas son las que benefician a nuestra salud, además de los propios espacios abiertos.


  Como todo vibra, las diferentes vibraciones indudablemente afectan los comportamientos biológicos. De acuerdo a Natural News, se ha comprobado que si uno toma un vaso de agua que ha sido tratada con una vibración de 10HZ, los niveles de coagulación de su sangre cambiarán inmediatamente tras ingerir esta agua.
    De la misma forma los árboles afectan a los seres humanos (y a todas las demás criaturas). Cuando alguien toca un árbol, sus diferentes patrones vibratorios afectarán varios comportamientos biológicos en su cuerpo. En el libro, esta teoría está respaldada por multitud de estudios científicamente validados, que proveen de asombrosas pruebas de que abrazar un árbol no es solo para los hippies, sino que puede serlo absolutamente para todos.
   No solo es terapéutico abrazar a un gran roble, sino que también es gratis y puede ofrecerte una gran cantidad de beneficios e incluso ayudar a la población a ahorrar en costos de la salud.
  Un informe similar que documentó los efectos de la naturaleza en la mejora de la salud, evidenció que “los lugares verdes y seguros, pueden ser tan efectivos como las drogas prescritas al tratar algunos tipos de enfermedades mentales”.
    Los árboles nos ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza, nos dan herramientas para sanarnos, fortalecernos, relajarnos, cargarnos de energía vital y son portadores de los mensajes de la madre Tierra. Existen cada vez más personas que han comprobado los beneficios de abrazar los árboles. Al revés que con las personas que al abrazarlas podemos notar pérdidas de energía debido a factores emocionales, con un árbol siempre notaremos que nos carga, que el efecto producido es positivo, nunca que nos descarga.Cuando caminamos entre los árboles en un parque o un bosque, podemos llegar a sentir la energía que desprenden. Los celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento.
    El árbol siente el sol, siente la noche, siente el viento, siente la lluvia, siente el calor y el frío, y siente a los pájaros que se cobijan bajo sus ramas. ¿Cómo no nos va a sentir a nosotros? El árbol se encuentra emitiendo energía permanentemente y debemos de ser conscientes de los beneficios que su contacto puede otorgarnos.
   Tanto los árboles como las flores tienen una radiación energética compatible con la de las personas. Esto quiere decir que podemos usar esa energía que nos brindan las plantas para energizar nuestro propio sistema energético.
     No olvidemos que todo ser vivo es energía, y al igual que nosotros, los árboles tienen la suya propia. Muchas veces entramos en sintonía y notamos como fluye expresando nuestra sensación de tranquilidad, bienestar, serenidad, etc. ...



 Abrazar un árbol, conecta con la vida

    Actualmente, es un recurso que se usa mucho para sanar relaciones familiares, para conectar con la madre naturaleza y liberar tensiones, para canalizar los miedos o descargar energías. El árbol lo absorbe todo, puedes gritarle, pegarle, descargar tu ira…, que él lo transforma.
También es usado en las nuevas terapias, pues el árbol familiar es uno de los principales elementos de análisis para detectar diagnosticar y sanar conflictos, el árbol simbólico o real es una constante fuente de energía y conocimiento única.
     No hay duda de que, tanto desde el punto de vista médico, como el del cuidado del medio ambiente, puede tratarse de unas conclusiones muy interesantes. Vamos a ver si además puede servir para mejorar nuestra perspectiva sobre la naturaleza.
    Si logras sumergirte en tu interior y vencer tus prejuicios, quizás descubras que es más placentero ir y hablar con un árbol o estar sentado en su compañía, que estar rodeado de gente, sintiéndote sólo y con una sensación triste de vacío.

    Los seres humanos solo pueden vivir fuera de las leyes de la naturaleza por un limitado espacio de tiempo, antes de que los síntomas de desconeción se manifiesten. Con los actuales índices de prevalencia de enfermedades y afecciones por el estilo de vida que llevamos, quizás ya va siendo hora de comenzar a abrazar árboles.

                          


Fuente: 
Blog de escbienestar

1 comentario:

  1. Bello artículo. He permanecido durante varios días en los bosques y hasta los pequeños habitantes que existen allí le saltan a uno encima como si uno fuera una rama y animales que normalmente son asustadizos no temen. Eso si, uno no debe dañar el entorno ni sobreexplotar los recursos de otras especies como por ejemplo no consumir toda la miel de un panal, sino una pequeña parte.

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